Charlotte Reemts ha trabajado como ecologista en Texas para la organización caritativa The Nature Conservancy (TNC) por 13 años. Usa la ciencia para apoyar a los manejadores en la preservación del medio ambiente, a los terratenientes en el manejo de sus terrenos privados y al personal del programa de TNC. El centro de su investigación también incluye los efectos de incendios, sequías y huracanes sobre las comunidades vegetales; las especies raras de plantas, y la restauración de hábitats. Recibió su M.C. en Ecología Vegetal por la Universidad Estatal de Míchigan.

Las montañas Davis fueron formadas por volcanes y esculpidas por el viento y el agua hace más de 35 millones de años. Las montañas forman una isla de cielo única rodeada del desierto de Chihuahua. La zona que los texanos han nombrado «el Trans-Pecos», es decir, más allá del río Pecos, es un desierto árido. En contraste, las montañas Davis, que se alzan hacia el cielo para llegar a más de 2500 metros sobre el nivel del mar, son frescas y boscosas: una anomalía en esta tierra árida. Por más de 25 años, la organización caritativa The Nature Conservancy ha trabajado para preservar este paisaje espectacular y su hábitat para el bien de las plantas y los animales. Las montañas Davis, región reconocida como una de las zonas más pintorescas de Texas, sostienen a una miríada de especies raras, incluso algunas que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.